
Historia de los Amoritas
Los amoritas eran miembros de un antiguo pueblo de habla semítica que dominó la historia de Mesopotamia, Siria y Palestina desde el año 2000 hasta el 1600 a.C. aproximadamente. En las fuentes cuneiformes más antiguas (c. 2400-2000 a.C.), los amorreos eran equiparados con Occidente, aunque su verdadero lugar de origen era probablemente Arabia, no Siria. Eran nómadas problemáticos y se cree que fueron una de las causas de la caída de la tercera dinastía de Ur (c. 2112-c. 2004 a.C.).
Durante el segundo milenio a.C., el término acadio Amurru se refería no sólo a un grupo étnico, sino también a una lengua y a una unidad geográfica y política en Siria y Palestina. A principios del milenio, una migración a gran escala de grandes federaciones tribales procedentes de Arabia dio lugar a la ocupación de Babilonia propiamente dicha, la región del Medio Éufrates y Siria-Palestina. Establecieron un mosaico de pequeños reinos y asimilaron rápidamente la cultura suero-acadia. Es posible que este grupo estuviera relacionado con los amorreos mencionados en fuentes anteriores; sin embargo, algunos estudiosos prefieren llamar a este segundo grupo cananeos orientales o cananeos.
Casi todos los reyes locales de Babilonia (como Hammurabi de Babilonia) pertenecían a este grupo. Una de las capitales estaba en Mari (la actual Tall al-Hariri, en Siria). Más al oeste, el centro político era Halab (Alepo); en esa zona, al igual que en Palestina, los recién llegados se mezclaron completamente con los hurritas. La región entonces llamada Amurru era el norte de Palestina, con su centro en Hazor, y el vecino desierto sirio.
En la época oscura, entre el 1600 y el 1100 a.C. aproximadamente, la lengua de los amorreos desapareció de Babilonia y de la zona media del Éufrates; en Siria y Palestina, sin embargo, llegó a ser dominante. En las inscripciones asirias de alrededor del 1100 a.C., el término Amurru designaba parte de Siria y toda Fenicia y Palestina, pero ya no se refería a ningún reino, lengua o población concretos.
Revisor de hechos: Reed