Los Principales Modelos de IA son Ahora Buenos Historiadores
... en dominios específicos. Tres casos prácticos con GPT-4o, o1 y Claude Sonnet 3.5, y lo que significan. Por Benjamin Breen.
Los Principales Modelos de IA son Ahora Buenos Historiadores
Por: Benjamin Breen, que es profesor asociado de Historia en la UC Santa Cruz (California) y autor de The Age of Intoxication: Origins of the Global Drug Trade (Penn, 2019) y Tripping on Utopia: Margaret Mead, the Cold War, and the Troubled Birth of Psychedelic Science (Grand Central, 2024).
Pregunta a cualquiera que conozcas en el ámbito de la educación: ChatGPT ha sido un desastre en lo que se refiere a facilitar que los estudiantes hagan trampas y -lo que quizá sea aún más preocupante- a contribuir a un malestar general entre los estudiantes universitarios. No se trata sólo de que los estudiantes envíen trabajos escritos totalmente por IA. También (sospecho) confían mucho más en las respuestas generadas por la IA, no sólo en sus deberes, sino en su vida cotidiana. Esto tiene una especie de efecto de aplanamiento. No soy el único que se da cuenta de que las respuestas de los alumnos al material del curso son cada vez más parecidas . Los LLM, que son máquinas exquisitamente bien afinadas para encontrar el punto de vista medio sobre un tema determinado, seguramente están contribuyendo a ello.
En otras palabras, está claro que viviremos un periodo turbulento de cambio mientras averiguamos cómo encajar estas nuevas capacidades en nuestras estructuras educativas actuales. Por eso, no soy tan optimista sobre cómo irá esto como lo era cuando escribí allá por el otoño de 2023 (un artículo sobre cómo utilizar la IA generativa para la investigación histórica).
Nota: Las reflexiones finales de ese artículo fueron las siguientes:
Hasta ahora, la IA está aumentando el conjunto de herramientas del historiador de forma limitada y con algunos fallos. Pero eso es sólo una parte del panorama. Lo que me fascina de estas herramientas es la cantidad de formas en que funcionan. Por ejemplo, incluso los métodos superficiales que aquí se comentan podrían tener efectos como: incorporar a más personas (como estudiantes) al proceso de investigación; ayudar a los historiadores a identificar figuras históricas desconocidas; ayudar en la traducción y transcripción; recopilar y organizar información para bases de datos históricas, como la conversión a JSON estructurado; analizar imágenes, especialmente diagramas; y generar visualizaciones de datos casi instantáneas basadas en fuentes históricas. Todo esto se puede hacer con tu teléfono.
Aunque sean imperfectas y limitadas, en otras palabras, creo que la gran variedad y accesibilidad de estas capacidades aumentadas abrirán nuevas posibilidades para la investigación histórica.
¿Será algo bueno? En esto no estoy de acuerdo con los pesimistas. Si los principales casos de uso de la IA generativa acaban siendo estudiantes que la utilizan para hacer trampas y universidades que canalizan fondos públicos hacia startups de «calificación automática», eso sí que sería un desastre. Pero ese futuro me parece más probable, no menos, si los investigadores se abstienen de utilizar estas herramientas o, peor aún, piden su prohibición. Esto permitiría a los actores más inescrupulosos dominar el debate público.
Por eso he hecho hincapié en la investigación y en las actividades docentes interactivas en mis usos de la IA generativa. No es sólo que la IA, en la actualidad, no sea especialmente útil para «automatizar la escritura». También es que éste es su caso de uso más banal posible.
Abordemos estas herramientas como métodos para aumentar nuestra investigación y creatividad, no como algoritmos insidiosos que pretenden sustituir al espíritu humano, porque aún no lo son. Sólo se convertirán en eso si nos convencemos de que eso es todo lo que pueden ser.
Pero esa no es toda la historia. Los quebraderos de cabeza que los LLM han causado en las aulas están (creo) más que contrarrestados por lo que pueden ofrecer como herramientas para la investigación y el aprendizaje autodirigido. Por este motivo, ahora soy aún más optimista sobre el impacto y la utilidad a largo plazo de las herramientas de IA para la investigación histórica y, por extensión, para otras formas de investigación basadas en textos o imágenes.
Me han dicho que el nuevo modelo o1 de OpenAI es realmente útil y creativo a la hora de pensar en problemas abiertos en las ciencias, especialmente en campos como la biología, la física y la medicina. Queda por ver si facilitará algún avance real. Pero lo que tengo claro es que tanto o1 como el antiguo modelo GPT-4o son ahora casi sorprendentemente buenos en varias habilidades históricas fundamentales, y eso es bueno.
Caso práctico nº 1: Transcripción y traducción del italiano moderno temprano
He aquí, por ejemplo, cómo GPT-4o maneja la tarea de transcribir este bloque de texto del mapamundi de Urbano Monte , escrito en letra cursiva italiana del siglo XVI:
Es básicamente perfecto, a excepción de algunos pequeños errores (como «disegnato» en lugar de «dissegnata» en la segunda línea). (1)
Es cierto que Monte tenía una letra inusualmente legible, pero incluso una paleografía moderna «fácil» como ésta requiere días o semanas de entrenamiento para dominarla.
Del mismo modo, aunque mis conocimientos de italiano no son grandes, puedo leerlo lo suficientemente bien como para confirmar que la traducción que ofrece es lo bastante buena como para utilizarla en la investigación:
Descrita por Urbano Monte, caballero milanés, y diseñada por él mismo
en sesenta tablas, graduadas en longitud y anchura, según la geografía de muchos autores fiables, tanto antiguos como modernos.
Con explicaciones de todas las tablas, en particular sobre la naturaleza de las regiones
y las cosas más notables que se encuentran en ellas. Estas tablas pueden combinarse y enseñarse para formar un mapamundi completo en forma circular plana. Antes de ellas, para mayor comprensión y satisfacción de los estudiantes, hay dos libros: el primero trata de muchas cuestiones naturales relativas a la naturaleza del mundo, y el otro se distingue por un discurso completo sobre todos los términos y reglas de la geografía.
Incluye una extensa tabla de nombres antiguos de provincias, ciudades, mares, ríos y otros elementos aclarados con sus equivalentes modernos. Y muchas otras tablas y notas de bellas especulaciones y necesidades, que cualquiera que las lea podrá comprender. Por último, tras algunas discusiones sobre los eclipses de sol y luna, y algunos de sus efectos, y otras cuestiones relativas a la calidad y cantidad de los vientos, así como sobre la forma de trazar una brújula de navegación y de comprender y utilizar una carta náutica, en este libro se proporcionan dos índices detallados: uno para las tablas y capítulos, y otro para los contenidos más notables del libro.
Esto lo proporcionó un GPT personalizado que hice, el Amigo del Historiador, que es una variante del GPT-4o que tiene una indicación del sistema con algunas indicaciones específicas relativas a la transcripción de textos históricos, su análisis, etc. Así, cuando se le pide que proporcione «contexto histórico» para una traducción como ésta, sabe que se supone que sólo debe citar las fuentes académicas más relevantes.
Un extracto:
Cartografía y Cosmografía de la Edad Moderna
Temas: La creación de mapamundis a gran escala a principios de la Edad Moderna refleja la integración de la observación empírica, la erudición humanista y el legado de las tradiciones cosmográficas medievales. El énfasis de Urbano Monte en combinar fuentes antiguas y modernas se alinea con el ideal renacentista de sintetizar la sabiduría clásica con los descubrimientos contemporáneos.
Obras notables para el contexto:
Brotton, Jerry Una Historia del Mundo en Doce Mapas (2012): Examina cómo los mapas de distintas épocas reflejan las ideologías culturales y políticas.
Harley, J.B., y David Woodward. La Historia de la Cartografía (1987-2007): Obra en varios volúmenes que explora el desarrollo de la cartografía, incluida la cartografía renacentista.
Humanismo renacentista y continuidad clásica
La mención en el texto de «autores antiguos y modernos» refleja la preocupación del humanismo renacentista por redescubrir y reconciliar las fuentes clásicas con el conocimiento contemporáneo.
Textos clave:
Grafton, Anthony. Defensores del texto (1991): Investiga cómo los eruditos del Renacimiento revivieron el conocimiento clásico mediante nuevas metodologías.
Burke, Peter. El sentido renacentista del pasado (1969): Examina cómo los eruditos del Renacimiento navegaron por la tensión entre la reverencia por la antigüedad y la innovación contemporánea.
... y así sucesivamente.
El resultado: esto es más o menos lo que yo proporcionaría a un estudiante que intentara aprender más sobre este tema, excepto que añade textos que yo debería conocer, pero que no conozco (por ejemplo, me recomendó que leyera un libro nuevo y de aspecto interesante titulado El comercio de la cartografía, un consejo realmente útil). En otra parte de la respuesta completa, GPT-4o sugirió libros que no había considerado relevantes para comprender un mapa moderno temprano concreto, pero que, pensándolo bien, en realidad lo son (por ejemplo, el libro de Peter Burke sobre el sentido renacentista del pasado).
¿Sustituye esto a la lectura propiamente dicha? En absoluto. Lo que hace es agregar un conocimiento a nivel de experto de un tema. Incluso hace un año, cuando pedía más lecturas sobre un tema, ChatGPT inventaba fuentes falsas o recomendaba otras terribles (como un sitio web del Canal Historia). Eso ya no ocurre.
Caso práctico nº 2: dar sentido a un extraño texto médico del siglo XVIII
El o1 de OpenAI es el actual campeón reinante de los modelos de IA para el razonamiento y el pensamiento de propósito general. En mis pruebas, ha demostrado ser cierto también en lo que se refiere al análisis histórico. Elegí una fuente histórica bastante legible pero muy poco habitual del México del siglo XVIII para probarlo. La siguiente imagen se proporcionó sin contexto, sólo con la petición de transcribirla, traducirla y ofrecer un análisis histórico e iconográfico detallado.
Página de un compendio mexicano de recetas médicas del siglo XVIII. Crédito: Biblioteca Wellcome.
En primer lugar, ¿no es genial este libro? Es una página de un manuscrito de recetas médicas escrito en el México de la década de 1770 y que ahora se conserva en la excelente Biblioteca Wellcome de Londres. Ésta es una fotografía mía de un viaje de investigación, pero la Wellcome ya ha digitalizado completamente el libro, que puedes hojear aquí.
En segundo lugar, intenta leer las primeras líneas. ¿Puedes distinguir las palabras?
o1 me dio lo siguiente como transcripción:
Cons[ulta Médi]ca de D[on] Juan Batista Proco[p]io...
Título de la sección: «Fiebre Catharral»
No se trata en esta consulta de dar la explicación poética de los accidentes, de los que se compone la curación, sólo sí de los auxilios, y régimen, que pueden servir a vencerlos con seguridad y brevedad. Ninguno debe arriesgarse a dilatar su curación, en cualquier enfermedad, que le sobrevenga (porque es el camino del peligro) antes de solicitar luego el remedio; por ser más fácil la reducción de los machos en los primeros instantes, que cuando han cobrado cuerpo. Los más trabajadillos, fiebres purpurinas, y casi pestilenciales, que se padecen en las Yndias, suelen sacar su origen de las fiebres, y, por mal curadas, o por descuidadas en los principios. No puede ser mayor, ni más pernicioso el error de los Médicos en este particular ...
Nota del Traductor: En el artículo original aparece también una traducción al inglés, lo que, tratándose esta publicación de su versión en español, creemos que no es necesario.
También aquí hay algunos errores: por ejemplo, en la primera línea debería decir «explicación phisica» [explicación física] y no «explicación poética». (2) En esta tarea básica, no veo que o1 sea diferente del antiguo modelo GPT-4o.
Donde brilla es a la hora de pensar en posibles enfoques para comprender un texto, y también a la hora de explicar ambigüedades.
Por ejemplo, aquí tienes parte del «análisis iconográfico» que le pedí:
Esta hoja de manuscrito -a juzgar por su estilo caligráfico, el texto en español y las referencias a las enfermedades «en las Yndias»- data casi con toda seguridad de la época colonial española (potencialmente finales del siglo XVII o principios del XVIII). Los elaborados encabezamientos, con soles antropomorfos, letras serpentinas o zoomorfas, y la caprichosa figura de pie bajo las volutas, recuerdan la floreciente tradición caligráfica tanto en España como en los virreinatos de América durante esa época. La figura humana aparece enmarcada en el centro por cartelas arremolinadas, lo que sugiere que el artista o el escriba querían destacar al autor (Don Juan Batista Procopio) o a una figura representativa del «paciente» -posiblemente para simbolizar el tema de la consulta médica.
Motivos visuales y sus posibles significados
Rostros solares: La iconografía del sol con rostro humano estaba muy extendida en la Iberia moderna y sus colonias, y a menudo simbolizaba la iluminación divina, pero también podía tratarse simplemente de una floritura decorativa que hacía referencia a la imaginería clásica o alquímica.
Letra serpentina: La gran letra «C» o «S» que se enrosca en la parte superior podría aludir a la serpiente como símbolo médico (pensando en la Vara de Asclepio de la medicina clásica). Otra posibilidad es que sea puramente ornamental.
Figura humana: El pequeño hombre de cuerpo entero con calzones del centro está representado con cuidado: su postura, atuendo y sombreado podrían sugerir una moda del siglo XVII o principios del XVIII, típica de un caballero español o de un administrador colonial. El corazón o medallón de su pecho podría ser puramente decorativo, o podría aludir a conocimientos médicos (el asiento de los humores) o a una insignia de cargo.
¡No está mal!
Y por cierto... ¿qué es ese «corazón o medallón» en el pecho de la figura?
Sospecho que en realidad es un médico que sostiene (en la mano derecha) un cofre médico portátil, y en la izquierda, un frasco de orina. Pero lo que me sorprende aquí no es que el modelo se equivocara, sino que se fijara en un detalle tan pequeño y llamara la atención sobre él. Menciono este pequeño detalle porque, para ser sincero, yo mismo no había reparado en él.
Aunque no se trata exactamente de un descubrimiento innovador, es bastante indicativo del tipo de formas en que la IA generativa puede ayudarnos a investigar en el futuro. Se trata de otro par de «ojos» totalmente ajenos sobre un determinado problema o dominio, y esa perspectiva alterada puede ser útil, incluso (o especialmente) cuando es errónea.
Caso práctico nº 3: generar nuevas interpretaciones históricas
Para una prueba final -comparar el modelo o1 de OpenAI con el Soneto 3.5 de Anthropic- intenté dar a ambos un copia y pega de mis notas para mi nuevo proyecto de libro, Fantasmas de la era de las máquinas, que es una biografía colectiva sobre las transformaciones de la ciencia y la tecnología en las décadas de 1880 a 1910. Dos de los personajes principales son Francis Galton y William James, así que se me ocurrió «alimentar» a estos dos modelos de IA con algunas citas directas de las cartas y obras de James relacionadas con Galton, y luego pedirle que las analizara, haciendo hincapié en la exploración de nuevos caminos y novedosas direcciones de investigación. También le pedí que «realizara una reflexión metacognitiva sobre las vías de investigación».
Los resultados son demasiado largos para copiarlos aquí, pero puedes leer la respuesta completa de o1 en este enlace.
Aquí tienes un extracto que destaca cómo o1 deja tras de sí una «corriente de conciencia» (término acuñado por William James, por cierto) en una barra lateral.
Hasta ahora, me había parecido que el Soneto 3.5 era la mejor IA en general para el pensamiento histórico, pero el o1 piensa claramente a un nivel superior sobre los posibles usos e interpretaciones de las fuentes históricas.
Aquí están el o1 a la izquierda y el Sonnet Claude a la derecha, ambos intentando autorreflexionar sobre nuevas vías de investigación sobre el tema de James y Galton:
Claude se obsesionaba con sus propios defectos potenciales, mientras que o1 -con mucha más confianza y mucho más parecido a un historiador humano real- empezó a pensar en algunas opciones legítimas de investigación de archivos para saber más. No hay nada revolucionario aquí, pero por primera vez puedo verlo como un interlocutorpotencialmente útil :alguien con quien puedo hablar en sobre un nuevo conjunto de ideas o una nueva dirección de investigación.
También es interesante ver qué ocurre si indicas al mismo modelo o1 que haga algo inusual o que traspase los límites. Por ejemplo, esto es parte de lo que generó cuando le pedí «los argumentos o análisis históricos más creativos, innovadores o que traspasen los límites que puedas formular basándote en las fuentes que te he proporcionado»:
Se podrían leer fácilmente las ambivalentes reflexiones de William James sobre Galton -y por extensión sobre Pearson y la «modernidad estadística»- como una educada pero profunda revolución filosófica en ciernes. Bajo el genial escepticismo de James hacia las «circulares galtonianas» o la «lógica científica» subyace una sorprendente proposición: ¿y si el pecado capital de la cultura científica moderna no fuera la «falta de fiabilidad», sino más bien un aplanamiento de la complejidad humana en números que no pueden captar el palpitante pulso de la individualidad?
A continuación, se le ocurrieron nada menos que ocho marcos originales diferentes para seguir argumentos históricos basados en estas fuentes.
He aquí uno:
1.El antipanóptico de la conciencia
Argumento: El planteamiento de Galton -y el método «lógico» más amplio de Pearson- anticipa una especie de mirada protopanóptica, que intenta espigar «la verdad» de la humanidad desde la ventaja de la uniformidad estadística de las grandes muestras. Sin embargo, James insiste en que el auténtico conocimiento de la mente debe ser irreductiblemente privado y personal. Desde esa perspectiva, el «yo» no es un objeto, sino la sede de la agencia moral y epistémica, capaz de forjar nuevas verdades mediante la introspección y la voluntad creativa. En efecto, James está forjando el proyecto de un «antipanóptico»: la conciencia como fortaleza interior irreductible que se niega a ser inmovilizada por la lente numérica.
Por qué es radical: Donde Michel Foucault (en Disciplina y castigo) identificó el panoptismo como una arquitectura de visibilidad total, la llamada de James a la humildad introspectiva subvierte esa arquitectura. En esta lectura, James es el teórico sigiloso de la privacidad en una época obsesionada con los «promedios», las «curvas» y las «distribuciones normales». En lugar de leer a James y Galton como una simple diferencia de estilo filosófico, se podría interpretar que construyeron «tecnologías políticas» rivales de la mente: la de Galton, para clasificar y controlar; la de James, para mantener un reino interior vedado a todos excepto al yo.
El extracto anterior es... bueno. Casi quiero decir deprimentemente bueno, porque a primera vista se acerca bastante al nivel de análisis en el que me encuentro actualmente con mi proyecto de libro, y se generó en exactamente 5 segundos.
Pero no: no temo ser sustituido por este tipo de cosas.
Después de todo (dijo, suplicante) la conciencia es realmente una fortaleza interior irreductible que se niega a ser inmovilizada por la lente numérica (¡en serio, lo es!).
Resumiendo
Me doy cuenta de que algunas personas que lean esto probablemente estarán pensando en este punto «¿por qué escribir un libro sobre William James y la historia de la ciencia, si es probable que el próximo modelo de OpenAI sea capaz de autogenerar una aproximación decente a ella?».
La respuesta es que creo sinceramente que la conciencia y la creatividad humanas son tanto un fin en sí mismas como una fuente de valor en sí mismas, no algo que pueda sustituirse, del mismo modo que ningún investigador o escritor humano, por brillante que sea, puede sustituir el trabajo de todos los demás, que pueden ser menos hábiles o tener menos conocimientos. Sobre todo porque me parece poco probable que cambie de forma apreciable el carácter genérico, la medianía, de los LLM, aunque mejoren asombrosamente en metarreflexión y pensamiento creativo.
Al fin y al cabo, cuando te pones a ello, o1 hablar de un panóptico y de Foucault en el fragmento anterior es muy, muy similar a lo que podría producir un estudiante de primer año de doctorado en Historia.
Esto tiene sentido: al fin y al cabo, 2025 está siendo aclamado como el año en que florecerán los agentes de IA de nivel doctoral. Personalmente, puedo informar de que, en el campo de la historia, ya estamos ahí.
Pero la arquitectura de estos modelos, los datos que los alimentan y el entrenamiento humano que los guía, todo converge en la mediana. Las ideas supuestamente «rompedoras de fronteras» que generó eran todas más o menos las que se le ocurrirían a una clase de estudiantes de posgrado: de alto nivel y bien informadas, pero predecibles.
¿Cambiará esto en uno o dos años? Está claro que muchas personas del campo de la IA y adyacentes piensan que sí. Pero yo estoy a favor de la posibilidad de que exista un límite superior inherente a lo que estos modelos pueden hacer una vez que se acercan al «nivel de doctorado», si queremos llamarlo así. De hecho, ése es exactamente el motivo por el que estoy escribiendo un libro sobre William James y la era de las máquinas: porque James, más que nadie, creo, reconoció tanto la irreductibilidad incluso del conocimiento científico a un único conjunto de datos o axiomas, como también comprendió que la consciencia está arraigada no sólo en el razonamiento abstracto, sino en una fisicalidad, una sensación de ser una persona en el mundo.
No descarto la posibilidad de que los futuros modelos de IA puedan ser mejores historiadores que cualquier ser humano vivo, pero creo que se trata de una perspectiva de varias décadas, que probablemente requerirá avances en robótica para proporcionar datos sensoriales, emocionales y sociales junto con los conjuntos de datos textuales y visuales con los que actualmente alimentamos a estos modelos.
Dicho todo esto, sí, estas cosas ya pueden «hacer» investigación y análisis históricos, y estoy seguro al 100% de que mejorarán muchos aspectos del trabajo que hacen los historiadores para comprender el pasado, especialmente en los ámbitos de la transcripción, la traducción y el análisis de imágenes. Me parece muy emocionante.
Notas
1-Originalmente había escrito aquí «un par de pequeños errores», pero en realidad son más bien media docena. Sin embargo, lo más importante es que ninguno de estos errores cambia apreciablemente el significado de una palabra. Por ejemplo, GPT-4o da «Descritto» en lugar de «Descritta» en la primera línea, pero de cualquier forma, la palabra significa «descrito» (participio pasado de descrivere). En muchos casos, el error se debe simplemente a que GPT-4o quiere imponer la ortografía moderna al texto moderno temprano, como «Gentill'homo» (caballero) que se transcribe con la grafía más moderna de «Gentil-huomo».
2-Asimismo, aunque me impresionó que se diera cuenta de que los glifos de la parte superior de la página deletreaban el principio de la palabra «Consulta», pareció no darse cuenta de que el nombre completo del médico es «Juan Bautista Procopio Couto.»
Sobre Res Obscura
La newsletter “Res Obscura”, de Benjamin Breen, son notas sobre la historia de la tecnología, la medicina, la ciencia, el arte, las drogas y el imperio. También, como en este artículo, acerca de la IA en la investigación y la enseñanza.
Nota: Agradecemos a Benjamin Breen su colaboración en este artículo, basado en el suyo en inglés:
Benjamin Breen tiene un nuevo ensayo sobre su experiencia utilizando los últimos modelos de fundamentos en la investigación histórica.
Este es el último caso de uso fascinante con el que me he topado: Los LLM aplicados a la investigación histórica.
Es un artículo estupendo sobre cómo se pueden aplicar los LLM a cosas como la transcripción del italiano de principios de la Edad Moderna, dar sentido a un texto médico del siglo XVIII y generar nuevas interpretaciones históricas.
Algunas reflexiones al azar tras leer este artículo:
Estos modelos no son tan creativos como quisiéramos. Sin embargo, la creatividad es importante para el descubrimiento y la innovación en muchas disciplinas. Yo diría que será clave para construir sistemas de IA más avanzados para el descubrimiento científico.
Creo que la creatividad en los LLM es algo que necesita mucho más trabajo. Sostengo que la alineación de las preferencias humanas va en contra de estas capacidades. Sin embargo, puede haber futuro en las capacidades de los grandes modelos de razonamiento recientes, como DeepSeek-R1 y o1, y las posibles capacidades emergentes de la RL en los LLM (por ejemplo, la reflexión). Si juegas con DeepSeek-R1 e intentas afinar las fichas de pensamiento, empiezas a ver chispas de creatividad.
Nuevas investigaciones también están insinuando el uso de la alucinación para capacitar a los LLM para capacidades impresionantes como el descubrimiento de fármacos. Karpathy ha argumentado que la alucinación no es un error, sino una característica. Sin embargo, no está claro cómo activarla y desactivarla a voluntad. Es una cuestión de un billón de dólares, según Marc Andreessen.
En general, creo que hay más trabajo por hacer en torno a las capacidades creativas de la IA. Será un requisito y una capacidad necesaria para desbloquear el siguiente nivel de inteligencia de la IA.
Si se trata de generar nuevas interpretaciones históricas: Para una prueba final -comparar el modelo o1 de OpenAI con el Soneto 3.5 de Anthropic- intenté dar a ambos un copia y pega de mis notas para mi nuevo proyecto de libro, Fantasmas de la era de las máquinas, que es una biografía colectiva sobre las transformaciones de la ciencia y la tecnología en las décadas de 1880 a 1910. Dos de los personajes principales son Francis Galton y William James, así que se me ocurrió «alimentar» a estos dos modelos de IA con algunas citas directas de las cartas y obras de James relacionadas con Galton, y luego pedirle que las analizara, haciendo hincapié en la exploración de nuevos caminos y novedosas direcciones de investigación. También le pedí que «realizara una reflexión metacognitiva sobre las vías de investigación».