3 Comentarios
author

La utilización del discurso étnico por las nuevas élites africanas, tras la descolonización:

"La manipulación del sentimiento étnico es posible gracias a la existencia de una narrativa identitaria que apuntala la unidad del grupo étnico, da forma a su memoria colectiva vinculando el pasado con el presente y confiere a la identidad reivindicada la legitimidad de un largo periodo histórico. Esta narrativa relata el mito de los orígenes, las hazañas de los héroes fundadores y los símbolos, rituales y prácticas colectivas que distinguen al grupo de los demás. La tradición, o más bien su reinvención, es la clave de su creación. Poco importa que esta tradición reinventada, improvisada y manipulada corresponda o no a la verdad histórica; lo esencial es que tenga todas las apariencias de serlo y se imponga como único sistema de verdad."

Expand full comment
author

En la descolonización de África:

"La transición del Estado colonial al Estado poscolonial no marcó ninguna ruptura con el pasado. Por supuesto, ha llegado el momento de la construcción nacional, objetivo proclamado de las mismas élites que heredan las riendas del poder. La estigmatización del tribalismo combinada con la deslegitimación de las afiliaciones étnicas está en el centro de la retórica política oficial, totalmente volcada en la exaltación de la unidad nacional y el desarrollo. Así pues, el Estado se impuso la tarea de construir la nación y se dotó del instrumento necesario para lograrlo, el partido único. Pero el cambio fue puramente discursivo. Pues mientras el Estado autoritario se veía a sí mismo como la encarnación de la nación, él mismo estaba totalmente asumido por la lógica étnica. A falta de procedimientos y mecanismos institucionales para compartir los recursos y el poder, la etnicidad sigue siendo el repertorio de acción preferido, sobre todo porque el Estado es muy a menudo el monopolio de uno o varios grupos organizados en redes clientelares, en conflicto con otros grupos y otras redes. En este contexto, la lucha contra el etnicismo y el tribalismo a menudo no es más que un pretexto para marginar o, peor aún, eliminar a los competidores que suponen una amenaza para la hegemonía del grupo o grupos dominantes, como ilustra el caso de la República Centroafricana, donde la sucesión de jefes de Estado (Jean Bedel Bokassa [1966-1979], David Dacko [1960-1966 y luego 1979-1981], André Kolingba [1981-1993], Ange-Félix Patassé [1993-2003] y el general Bozizé [2003-2013]) ha dado lugar regularmente a que el grupo étnico o el clan del que estaba en el poder se hiciera con el control del Estado."

Expand full comment

Pues así fue, el final de los regímenes de partido único y las transiciones políticas experimentadas por la mayoría de los Estados del África subsahariana a principios de los años noventa no se tradujeron, como cabía esperar, en una disminución de las movilizaciones étnicas sino, por el contrario, en su multiplicación y exacerbación en países tan diversos como Camerún, Costa de Marfil, Malí, Níger, Kenia, Congo Brazzaville y Ruanda. ¿Cómo explicar esta paradoja, sin albergar nostalgia alguna por los regímenes de partido único, radicalmente en quiebra, tanto política como económica?

Expand full comment